Las conexiones inalámbricas suelen dominar la mayoría de los hogares y las empresas, pero en todas ellas -sobre todo en las últimas- es evidente que las conexiones de cable a través de Ethernet y Gigabit Ethernet (GbE) es parte integral de la infraestructura de nuestras redes.
Un nuevo estándar aprobado por la IEEE y conocido como «2.5 y 5 Gigabit Ethernet» (su nombre formal es más difícil de recordar: IEEE 802.3bz-2016, 2.5G/5GBASE-T) logra que la velocidad de las conexiones Gigabit Ethernet se multiplique hasta por cinco sin que tengamos que hacer nada en nuestro cableado.
La vida a 5 Gbps
Esta nueva especificación acerca un poco el estándar Gigabit Ethernet al mucho menos extendido -para usuarios finales al menos- 10 Gigabit Ethernet. Mientras que en el primero se hace uso de cables Cat 5e y Cat 6, en el segundo es requisito obligado contar con cables Cat 6a y Cat 7.
Gracias a las mejoras introducidas por la especificación lograremos llegar a 2,5 Gbps si usamos cableado Cat 5a y nada menos que 5 Gbps con cableado Cat 6, algo que es más importante de lo que podría parecer. Por ejemplo, la especificación más ambiciosa del estándar inalámbrico 802.11a hace que se pueda disponer hasta de 6,5 Gbps en la red para luego aprovechar ese ancho de banda inalámbrico.
Actualmente los mejores routers inalámbricos llegan a máximos teóricos de 1,3 o 1,6 Gbps, algo que convierte a nuestros routers y nuestro cableado en un cuello de botella. Nunca podremos sacar el máximo partido de esas conexiones inalámbricas con el estándar actual. Las novedades no solo se limitan a la impresionante mejora en velocidad: también se incluyen cosas como nuevos estándares Power over Ethernet (PoE, PoE+ y UPoE) que por ejemplo facilitan la instalación de puntos de acceso WiFi que están alimentados por este cableado.
El estándar 2.G/5GBASE-T es por tanto una mejora relevante para todos los usuarios, sean finales o empresariales. No necesitaremos cambiar el cableado, pero sí tendremos que disponer de equipos de comunicaciones capaz de trabajar con el nuevo estándar. Se espera que los primeros routers empresariales no tarden en llegar, y lo que deseamos es que la aparición de modelos preparados para el usuario final con ese soporte no tarden tampoco demasiado.