La oferta de routers, puntos de acceso inalámbrico y dispositivos cliente, como ordenadores portátiles o smartphones, con vocación profesional y dotados de conectividad WiFi 6 se ha incrementado notablemente durante los últimos dieciocho meses. Y seguirá haciéndolo en el futuro debido a que las ventajas que propone esta norma frente a su predecesora, WiFi 802.11ac, le permiten resolver con mucha más eficacia las necesidades de los escenarios de uso que tienen una alta densidad de conexiones.
WiFi 6 no acarrea únicamente un incremento sensible de la velocidad de transferencia; también introduce las mejoras necesarias para aumentar el alcance de las redes inalámbricas, minimizar la saturación, implementar conexiones más seguras y reducir el consumo de los dispositivos conectados. Algunas de estas ventajas se desarrollarán aún más en WiFi 6E, la revisión en la que ya está trabajando WiFi Alliance, y que promete marcar la diferencia en los escenarios de uso profesionales manteniendo una compatibilidad total con las normas WiFi anteriores.
Más dispositivos conectados y de una forma más eficiente
Habitualmente las redes inalámbricas instaladas en las empresas deben dar servicio a una gran cantidad de dispositivos, lo que provoca que muchos de ellos entren en competencia para acaparar los recursos que necesitan y llevar a cabo con éxito la conexión. El estándar WiFi 5 (802.11ac) no está diseñado para resolver este escenario de uso de la forma más eficiente posible, pero su sucesor, WiFi 6, sí ha sido concebido para administrar la conexión simultánea de una gran cantidad de equipos a una misma red inalámbrica.
Una mayor cobertura en espacios con una alta densidad de usuarios
Otra característica de WiFi 6 de la que se benefician especialmente las empresas consiste en la posibilidad de proporcionar cobertura a un espacio más amplio utilizando una menor cantidad de puntos de acceso inalámbrico. Las tres tecnologías de las que acabamos de hablar (OFDMA, MU-MIMO bidireccional y la coloración BSS) hacen posible una utilización más eficiente de los canales de la red y un control más eficaz de las interferencias, dos mejoras que tienen un impacto positivo tanto en el rendimiento de la red como en su alcance.
WiFi 6, a diferencia de WiFi 5, trabaja simultáneamente sobre las bandas de 2,4 y 5 GHz, lo que, de nuevo, permite extender la cobertura y mejorar el rendimiento de las redes inalámbricas. WiFi 5 opera sobre la banda de 5 GHz, pero puede trabajar también en la de 2,4 GHz recurriendo a un truco: la toma de la norma 802.11n, que es su predecesora. Esto explica por qué los routers y puntos de acceso inalámbrico compatibles con el protocolo WiFi 5 pueden generar dos redes diferentes, una en la banda de los 5 GHz y la otra en la de 2,4 GHz.
Una red WiFi más segura: WPA3 marca la diferencia
WiFi 6 también propone la utilización del protocolo de seguridad WPA3 (Wi-Fi Protected Access 3), que a medio plazo pretende reemplazar a WPA2 porque implementa unas medidas de seguridad mucho más eficaces que este último. Como es lógico, esta mejora es crucial en los espacios de trabajo corporativos, en los que es necesario salvaguardar tanto la información vinculada al producto y la propiedad intelectual de la empresa como a sus clientes.
WPA2 utiliza un cifrado de 128 bits que queda lejos del cifrado de 192 bits que propone WPA3
La diferencia más evidente que existe entre ambos protocolos consiste en que WPA2 utiliza un cifrado de 128 bits que queda lejos del cifrado de 192 bits que propone WPA3. Recurrir a una clave con una mayor cantidad de bits incrementa mucho el esfuerzo que es necesario realizar para romperla, y WPA3 llega preparado no solo para estar a la altura de nuestras necesidades actuales, sino también para garantizar la seguridad de las redes inalámbricas durante los próximos años. De hecho, es posible que permanezca vigente durante más tiempo que WPA2, que llegó hace dieciséis años.
Otra ventaja de WPA3 es que consigue que una misma clave sea más segura que en WPA2. Una clave débil podría ser vulnerada en este último protocolo utilizando un ataque por fuerza bruta, pero esa misma clave difícilmente podría ser superada en WPA3 debido a que tiene una codificación más rigurosa. Además, este último protocolo implementa una tecnología conocida como Wi-Fi Easy Connect, que permite conectar fácilmente a la red inalámbrica y de una forma segura dispositivos que no tienen una pantalla, como altavoces inteligentes o cerraduras electrónicas, entre muchas otras opciones.
Más rendimiento: hasta 9,6 Gbps frente a los 6,9 Gbps de WiFi 5
Cada nuevo estándar vinculado a las redes inalámbricas nos ha propuesto un incremento significativo del rendimiento de las conexiones, y WiFi 6 no es una excepción. Esta norma recurre a la modulación 1024-QAM para, sin entrar en los detalles más complicados, transportar una mayor cantidad de información utilizando el mismo ancho de banda. Y la diferencia es significativa, como refleja el siguiente gráfico de barras:
Cada enlace en una red inalámbrica WiFi 5 nos ofrece una velocidad de transferencia máxima de 433 Mbps, mientras que en WiFi 6 esta cifra se incrementa hasta unos en absoluto despreciables 600 Mbps. No parece una mejora demasiado significativa, pero lo es si tenemos en cuenta que cada conexión puede utilizar simultáneamente ocho enlaces con un ancho de banda de 160 MHz. Esta estrategia permite a WiFi 5 entregarnos una velocidad de transferencia máxima de 6,9 Gbps, y a WiFi 6 alcanzar los 9,6 Gbps incluso en espacios de trabajo en los que hay una gran densidad de conexiones.